Bicis y gusanos

Puedes leer por ahí que Burkina Faso es un sitio para quedarse más tiempo del planeado. Pues debe ser cierto. Un país que se puede cruzar en tres días (a nuestro ritmo, con un coche normal te lo pules en un día) nos costará, si todo va bien, una semana entera. Son muchas cosas las que ocurren aquí. La gente es seria si la comparas con los malís (nadie se pone de acuerdo si son malís o malineses). Pero a la que entablas una conversación se destapan como muy amables. Te dan la bienvenida a sus país y se interesan por ti, por cómo va el viaje, por saber de dónde eres, por tu familia incluso. Y no te molestan. No vas por la calle seguido por una hilera de personas intentando venderte algo. Puedes pasear, mirar algo que te gustaría comprar, hacer fotos, tomarte un café en un bar…

Bobo-Dioulasso es, ya lo dijimos, la segunda ciudad de Burkina Faso. Viven cerca de 450.000 personas, pero la verdad es que cuesta imaginar dónde se meten. No parece tan grande. No hay edificios, no hay grandes barrios. Lo único que hay es polvo y en época de lluvia, como ahora, charcos y barro. Por todas partes hay agua que se queda estancada y se llena de mosquitos. Que te destrocen los pies y los brazos a picotazos es fácil. Y mejor usar un anti mosquitos efectivo de verdad y no lo que todo la gente en España usa: Relec extra fuerte. Debemos visitar las farmacias de aquí para que nos den un remedio urgente…

Bobo (así la llaman) es, en definitiva, agradable. Y está llena de gente agradable. Tanto oriundos como extranjeros. Nosotros coincidimos con una familia francesa de lo más simpática: Fanny, Mika, Satine y Toscan. Son profesores en Nimes. Y viajan con sus dos pequeños de 4 años y 6 meses. Son viajeros. Trabajan para viajar. Este año han decidido pasar los dos meses de vacaciones que tienen visitando Burkina Faso. Nosotros hemos decidido hacer como ellos. Seguir viajando pero a un solo destino y estar el tiempo necesario para conocer a fondo todo un país. Fanny y Mika llegaron a Burkina Faso en avión, se compraron dos bicis y se mueven con transporte público. Y coinciden que África es duro. Y más con dos niños pequeños (uno de ellos un bebé). Tienen un blog muy interesante que recomendamos visitar (si quieres leerlo, haz click aquí).

De ellos, a parte de una cena muy agradable, sacamos una forma de ver las ciudades: en bici. Uno de los días se fueron a visitar una población cercana a Bobo y nos ofrecieron sus bicicletas. No lo dudamos ni un segundo y nos lanzamos al tráfico africano pedaleando. La experiencia nos gustó tanto que ahora tenemos dos bicis vintage africanas dentro de la furgo. Y digo dentro porque el primer día las pusimos en la baca y al pasar por el primer árbol una rama se coló por el cuadro y partió mi bici en dos y dejó la llanta para tirar. Una chapuza con soldador y unos pisotones a la llanta me permiten seguir rodando. La máxima de por aquí: seguir rodando. Harán lo posible para que no te quedes parado. Aunque sea una de las peores chapuzas que haya visto en toda mi vida. Ahora no tengo frenos, voy con una bici en la que el chasis está doblado como si le hubiera pasado un camión por encima y con una rueda que parece un tobogán de un parque acuático. Pero me desplazo. Genial…

Para entrar a Ghana hay dos opciones: o por una carretera desde Bobo o bien desde la capital, Ouagadougou. La primera, que es la más corta, está impracticable en época de lluvias. Y además es de arena. Una arena que aquí es arcilla y que cuando llueve se convierte en un barro implacable. Al mínimo error, te quedas atrapado. La solución es desplazarse hasta la capital, a 370 km al este. Queríamos dormir en un poblado auténticamente Burkino y lo hicimos. La experiencia es inolvidable. Tanto por sus habitantes como por sus múltiples animales e insectos. A contar: burro, lagartos, tortuga, gallinas, hormigas gigantes, mosquitos, moscas, libélulas, pulgas… Pero la ducha africana (un espacio al aire libre con un barreño lleno de agua y un cazo para coger el agua y echártela por encima) y los niños que jugaban sin parar hace que olvides cualquier tipo de incomodidad.

La noche fue larga, pues a las 20h ya estábamos metidos en la furgo. Sin luz eléctrica, con noche cerrada (aquí anochece a las 18.30h), con mosquitos y hormigas picándote y con una compañía que no habla apenas francés, poco se puede hacer. Al levantarse, un té, un café y a seguir camino. Un poco de pan con mantequilla acompaña a la bebida. Lejos queda el homenaje que nos dimos en una tienda de productos orgánicos de Bobo, con su cerveza artesanal y sus platos combinados de productos vegetarianos. Y si seguimos hablando de comida, una de las anécdotas del viaje la hemos tenido en Ouagadougou.

Andábamos con las bicis buscando un mecánico que fuese capaz de afinar ligeramente los desperfectos que había sufrido la mía. No lo encontramos, pero nos paramos delante de un local del que salía música en vivo. Un pequeño grupo de música africana nos esperaba en una especie de plaza de pueblo andaluz. No por lo bonita, sino por la distribución con una gran zona central al aire libre y sus laterales cubiertos. La música sonaba y observábamos las habilidades de la gente para bailar. Esta claro que los negros llevan la música en los huesos.

En una de estas aparece un hombre con una bolsa de la que sacaba algo que se llevaba a la boca. Se acerca y nos ofrece unos gusanos que ya habíamos visto en un mercado rural y que visualmente son poco agraciados. Habíamos estado observando que la gente comparte todo lo que come y que es un feo muy importante rechazar algo a lo que te invitan. Así que no nos queda otra. Nos miramos y nos lo llevamos a la boca: un gusto entre quemado, ahumado e indefinido. Y cruje… Lo acabamos de empujar con un poco de cerveza y nos pedimos unos cacahuetes, que por cierto no están tostados y son frescos.

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Categorías: 10fronterasfotofurgo, aventura, Burkina Faso, camper, campervan, cancer, claudia maccioni, jose ramon puig, ONG, Patrocinador, T3 Syncro Weinsberg, Volkswagen Vehiculos Comerciales, vw, vw t3 syncro | Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | 10 comentarios

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10 pensamientos en “Bicis y gusanos

  1. Maty

    Bonita experiencia…gusanos incluidos!!!

  2. Maty

    Estaba yo pensando…. Eso SI que es «resucitar una bici»!!!! 😉

  3. Vicenç

    Que agradable es ir recibiendo mails (que no malís :D) vuestros. Entre el insoportable verano laboral y las penosas noticias de nuestros «directores de orquesta», cada vez que publicáis a mi (y seguramente a un montón como yo) nos traéis un suspiro de alegría, emoción y felicidad.

    MOLTA FORÇA AMICS!!!

    salut! 😉

    • Gràcies Vicenç! Ens encanta que a la gent li agradi el nostre blog. Ens ajuda a estar encara més pendents de tot per poder explicar-ho després. I si us fa passar una estona agradable, què més podem demanar? Salut i abraçades! En breu, un nou post… 🙂

  4. Sounds like an amazing trip guys!! (I have your stuff web-translated ;)) I like your ethos (living like the natives do), great photography & interesting facts, keep up the good work 🙂
    all the best, stay safe

  5. Quina sorpresa més bona!! Estava buscant xafarderies de furgos i em trobo el vostre blog, molt guapo lo que esteu fent i la reparació de la bici jajaja!!! Suposo que per algun raconet de la furgo tindràs una ampolla de Patxaran no Koke? 🙂
    Una abraçada i endavant!!!

  6. Araceli Tarancón

    Es fantàstic visitar el vostre blog amb totes les «aventures y deventures» que passeu i aquests animalons tan saborosos que mengeu. Gracias pero compartir-ho amb tots nosaltres. Una abraçada i bona continuació!!! 🙂

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